– El alcohol desnaturalizado es muy práctico para la limpieza de los azulejos sucios de una ducha. Moja en él un paño viejo y frota hasta dejarlos relucientes.
– Frótalos con un papel de diario mojado en una solución de agua y amoníaco, para limpiarlos.
– Limpia las juntas, sucias, de los azulejos por medio de un cepillo mojado en lejía.
– Las juntas de los azulejos, cuando están sucias, pueden limpiarse con un cepillo de dientes viejo impregnado en vinagre.
– La borra de café, húmeda, es útil para limpiar los azulejos.
– Los azulejos muy sucios quedan como nuevos frotándolos con una pasta a base de bicarbonato y lejía. Aclara bien después.
– Puedes probar a limpiar los azulejos con agua y jabón y una pizca de amoníaco. Aclara y seca después.
– Los azulejos del cuarto de baño te quedarán mejor limpiándolos con papel de diario humedecido en agua amoniacada.
– Un paño seco impregnado en blanco de España dejará tus azulejos brillantes.
– Tras un baño o una ducha, los azulejos del cuarto de baño quedan rezumantes de vapor de agua. Si se aprovecha entonces para secarlos con una gamuza, adquieren brillo sin necesidad de usar para ello detergente o producto alguno.