– Si te acabas de comprar unos zapatos nuevos que te aprietan, en cuanto llegues a casa pon un cazo de agua a hervir, coloca sobre la boca del cazo una rejilla, la del horno puede servir perfectamente, y pon sobre ella tu par de zapatos, boca abajo. El vapor ablandará el cuero en pocos minutos. Pero no dejes que se enfríen, póntelos enseguida para que se adapten a las formas de tus pies.
– Si los dejas toda la noche en el congelador, a la mañana siguiente, los zapatos que la noche anterior te apretaban, te vendrán a la medida.
– Si los zapatos te aprietan, ponlos en un colador sobre una olla de agua hirviendo. Póntelos luego y camina con ellos.
– Si los zapatos te aprietan, déjalos por la noche en el congelador. Al día siguiente te vendrán a la medida.
– Si los zapatos nuevos te aprietan, échales polvos de talco en abundancia y verás como la cosa mejora.
– El zapato que aprieta dejará de hacerlo si viertes en su interior una botellita de alcohol. Esparce enseguida el alcohol por todo el zapato y luego te lo calzas. De esta manera el cuero se dará y dejará de hacerte daño.
– Si los zapatos que te has comprado te aprietan, ponte unos calcetines húmedos, los zapatos y camina con ellos una veintena de minutos. Repite la operación en caso de necesidad.
– Frota con un algodón empapado en alcohol de quemar aquel punto del zapato que te hace sufrir.