No entres en absurdas competencias. Si quieres corresponder a una cena a la que fuiste invitada, procura que tu menú sea de la misma categoría que aquél al que quieres corresponder.
No es de buena anfitriona pretender achantar a tus invitados ofreciendo langosta y caviar a quien te dio una sencilla pero apetitosa tortilla de patatas.