Ambas son personas muy formales, y en virtud de ello, hablan, se comportan y viven de la forma más formal posible.
También comparten la misma actitud frente al dinero; ambos signos son ahorradores, ninguno lo despilfarrará. También piensan respecto al deber y a la responsabilidad lo mismo: lo adoran; poseen mucho sentido común, llevan la cabeza bien puesta sobre los hombros.
Tanto Virgo como Capricornio tienen un cierto aire de dulzura y afabilidad, un comportamiento tímido y reservado que parece hacerles confluir silenciosamente. Habrá momentos en los que Capricornio pensará que Virgo se preocupa demasiado y discute exageradamente las cosas, y Virgo pensará en muchos momentos que Capricornio es un ser demasiado terco e inflexible… pero tienen muchísimas más semejanzas que diferencias.
Casi todos los Virgo preferirían vivir solos y no les gusta acomodar su estilo de vida a los hábitos de otra persona, y cuando se enamora, le pueden torturar sentimientos antagónicos, pero cuando se decide, preferirá casarse y vivir su amor dentro de la legalidad.
Si la persona a la que ama resulta ser una Capricornio, puede olvidarse de los análisis, pues cuando Virgo y Capricornio se encuentran, experimentan un tironeo kármico que viene desde hace mucho tiempo y desde lejos, mezclado con una empatía y comprensión casi instantáneas por sus respectivos puntos de vista; sus auras se mezclan y se acomodan armoniosamente.