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Leo-Escorpión forman parte de la configuración de signos solares 4-10, esto significa que, en principio, deben andarse con pies de plomo.

Su relación en el mundo del trabajo es complicada; amb@s alimentan un deseo secreto de dominar, lo que desencadenará en un pulso por alcanzar el poder. De todas maneras, si mitigan ese deseo y hacen girar sus actividades en torno a cuestiones alejadas de ell@s mism@s, pueden llegar a formar un equipo único, e incluso peligroso para aquellos que intenten estropear su asociación entrometiéndose.

Cuando se desarrolla entre ell@s una relación de pareja, les ocurre algo parecido al caso anterior, pero con matices. Son personas que se caracterizan por posicionarse siempre entorno a los extremos, y por eso, no hay puntos intermedios: o se aman con locura, o se odian de muerte. Es todo o nada, así de sencillo. Por otra parte, Leo y Escorpión son de un empecinamiento desalentador, y cuando toman una decisión, no retroceden ni un paso (a no ser que sea para coger impulso).

No obstante, si logran superar estas cuestiones, su relación será tan sólida, que serán capaces de permanecer junt@s aunque se les venga encima un terremoto como el que asoló San Francisco en 1906.

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