A las mujeres embarazadas se les recomienda realizar ejercicios Kegel
ya que los mismos fortalecen los músculos de su zona pélvica y
facilitan el trabajo de parto, específicamente permiten que la acción
de empujar se vuelva mas sencilla. Además, estos ejercicios pueden llegar
a disminuir sus probabilidades de sufrir desgarros durante el trabajo
de parto. Durante el período de postparto, realizar ejercicios Kegel
podrían ayudarla a recuperarse de una episotomía,
así como también podrían ayudarla a evitar la incontinencia postparto y
contribuirían a tonificar los músculos de su vagina; permitiéndole
disfrutar más de las relaciones sexuales.