En casi todas las frutas,
verduras, cereales integrales y productos de origen
animal se encuentran cantidades pequeñas de
hierro, sin embargo la embarazada y su bebé
requieren cantidades importantes de éste mineral,
por lo que se recomienda consumir alimentos muy ricos
en hierro, tales como: hígado y otras vísceras,
sardinas, vegetales de hoja como acelgas, berros,
espinacas y legumbres.