– Renueva el destino de un cesto viejo de mimbre pintándolo de un color osado con pintura en aerosol.
– Los muebles de mimbre trenzado se lavan con agua caliente salada, a razón de cinco cucharadas soperas de sal por litro de agua; se enjugan con un paño y se ponen a secar completamente al aire libre, a la sombra, en ningún caso al sol.
Si quieres proporcionarles una capa protectora, dáles una mano de esencia de limón.
– Su mantenimiento tal vez sea más sencillo que el de otros materiales.
Para limpiarlo basta con utilizar un cepillo de cerdas duras mojado en una solución de agua y bicarbonato sódico, y si después le aplicas el producto que sueles emplear para la limpieza de muebles, que, sin duda, llevará cera en su composición, le dará brillo al tiempo que lo impermeabilizará.