– Quita una mancha de sangre con agua fría salada.
Si persistiera, usa agua oxigenada.
– Si te cae una gota de sangre de la nariz sobre un libro mientras estás leyendo, absórbela de inmediato con un trocito de tiza.
– No metas nunca en la lavadora una pieza con una mancha de sangre.
Lávala antes con agua fría y jabón o agua oxigenada.