– Los zapatos y otros objetos pesados van siempre al fondo de la maleta, en el lado de las bisagras.
Empieza luego por extender las faldas y los vestidos, de modo que sobresalgan a cada lado de la maleta.
Enrolla luego la ropa interior y ponla sobre los vestidos.
Dobla hacia el centro la parte que colgaba por los lados.
De esta forma, al no haber ningún canto agudo, te llegarán sin arrugas.
Los pantalones mételos de forma que las perneras sobresalgan.
A continuación, abrocha las chaquetas, extiéndelas sobre los pantalones, con el cuello hacia abajo, dobla las mangas hacia dentro a lo largo de la chaqueta, y ésta pliégala en dos.
Finalmente, sobre ellas, dobla las perneras de los pantalones que colgaban fuera de la maleta.
– Cuando hagas la maleta, utiliza los zapatos para llenarlos de medias o calcetines.
– En la maleta, si no tienes bolsas especiales para calzado, envuelve los zapatos en camisetas para protegerlos.
– Al hacer la maleta, forma un rollo con camisetas y ropa interior y uitlízalo para rellenar espacios huecos.
– Recuerda que una maleta bien llena evita los inconvenientes de los deslizamientos y las arrugas
– Combina toda la ropa que te vas a llevar en torno a uno o dos colores básicos. Es la forma de ahorrarte equipaje y posteriores problemas de juegos y combinaciones de colores.
– Un truco de viajero avezado es el que consiste en preparar todo aquello que cree se va a necesitar para el viaje. Luego, seleccionar la mitad y devolver el resto al armario.
– Cuando empaques, confecciona una lista de todo lo que llevas en la maleta y llévala contigo. Si la extraviaras o te la robaran, te será muy útil para formular la reclamación.
– Lleva contigo los artículos frágiles, valiosos o perecederos: el dinero, los medicamentos y las joyas no deberían separarse de tí. Asegúrate, por otra parte, de llevar por lo menos un cepillo de dientes en el equipaje de mano.