– Todos los ingredientes que incorpores al chocolate deben estar a su misma temperatura; un líquido excesivamente caliente lo sobrecoge, uno demasiado frío lo pone granuloso.
Para remediar estos accidentes causados por el frío o el calor en el chocolate, lo mejor es añadir un par de cucharadas soperas de aceite (de girasol, por ejemplo) al chocolate fundido y revolver hasta alisarlo.