– Si el agua de la región donde vives es muy dura, añade sal cada cuatro o cinco lavadas.
– No dudes en lavar a mano una ensaladera si el hacerlo te va a permitir meter en el lavavajillas algunos platos de más.
– Si el lavaplatos no se usó durante mucho tiempo, hazle efectuar un programa completo sin carga dentro.
– Utiliza preferentemente sal, detergente y abrillantador de la misma marca en el lavaplatos a fin de optimizar la eficacia de los productos.
– Si la vajilla sucia no llena el lavaplatos y no tienes programa de media carga, realiza un prelavado y espera a llenarlo.
– Se consigue un mejor rendimiento del lavaplatos si se mantiene siempre llenos los depósitos de sal y abrillantador.
– Cuando compres un lavaplatos comprueba su consumo: oscilan entre 1,6 y 2 kw/h. El ahorro en energía puede ser notable.
– Una botella de plástico cortada por la mitad puede servirte como embudo para rellenar de sal el depósito del lavaplatos.
– Una vez por semana pon en funcionamiento el lavaplatos, vacío, con dos cucharadas soperas de lejía.
– Un lavaplatos económico consumirá 1,1 kw/h y 17 litros de agua, mientras que otro menos ahorrativo puede consumir 2 kw/h y 30 litros de agua.
– Mete a lavar en el lavaplatos las esponjas de cocina.
– Si retiras los vasos y copas del lavaplatos antes de que empiece a secar, les evitarás manchas de cal.
– Si tu lavaplatos incluye un programa que calienta los platos, utilízalo para sacarlos calientes a la mesa.