– Las planchas o sartenes de hierro, acero o esmaltadas son las más adecuadas; las que llevan algún revestimiento, en cambio, pueden presentar problemas, ya que esta capa de que están revestidas puede sufrir con la temperatura.
Como grasa, puedes emplear aceites vegetales o mantequilla clarificada. Vale la pena saber que las planchas o sartenes de fondo grueso retienen muy bien el calor.