– Hay quien teme los cuchillos muy afilados porque piensa que puede cortarse, y, sin embargo, suele resultar más peligroso un cuchillo sin afilar, puesto que al usarlo puede resbalar o escaparse de la mano.
Ten siempre a mano un afilador; afilar un cuchillo es cosa de segundos, y, en cambio, el ahorro de tiempo y esfuerzo es considerable cuando se trabaja con un cuchillo bien afilado.