– Las fresias llegaron a Europa a principios del siglo pasado.
En la actualidad contamos ya con más de cien tipos distintos de fresias, desde la blanca o amarilla hasta la azul o roja.
Si la vas a comprar a la floristería para componer un ramo, asegúrate de que como mínimo uno de sus capullos esté ya abierto porque, de no ser así, querría decir que han sido cortadas demasiado pronto y no se te abrirían en el jarrón.
Al llegar a casa, corta de nuevo sus tallos.
Las fresias aguantan hasta diez y doce días.