– Para que después de haber tomado un baño no queden los típicos cercos de suciedad dejados por el agua, hay que añadir a ésta un puñado de sal gorda. No sólo se evitará el cerco, sino que se conseguirá un baño más relajante.
– Una pasta formada con agua oxigenada y crémor tártaro y aplicada con un cepillo limpia la bañera más sucia.
– Una bañera amarillenta recobrará su esplendor si la frotas con una solución de sal y aguarrás.
– Frotando con la mitad de un limón puedes quitar las manchas que se forman en la bañera.
– Las manchas de óxido de la bañera puedes eliminarlas a base de una pasta de zumo de limón y bórax.
– Un puñado de sal añadido al agua de tu baño impedirá que se formen los clásicos cercos de suciedad al vaciar la bañera.
– Las manchas amarillentas puedes eliminarlas con sal gorda y vinagre caliente. Frota después con suavidad.