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Pensemos que la tierra
crea toda nuestra alimentación, purifica y aporta propiedades al agua,
y realiza una gran regeneración de nuestro planeta
.
Simplemente con
estos principios básicos, podemos llegar a comprender su importancia en
el ámbito patológico, purificando, regenerando y creando.

Por muy lejos que nos
remontemos en la historia de la humanidad, encontramos pueblos que conocían
las grandes propiedades de la arcilla, la tierra y el barro
, y la
empleaban como remedio, interno y externo.

Hemos visto que toda
dolencia es resultado de una fiebre gastrointestinal en grado variable,
no existiendo enfermo sin fiebre. Cuando la calentura no aparece al
exterior ella está refugiada en las entrañas.
La temperatura anormal
del tubo digestivo favorece la putrefacción intestinal y es causa de
todas las llamadas enfermedades.

Así como toda alteración de la salud
tiene su origen y punto de apoyo en desarreglos digestivos
, todo
restablecimiento orgánico debe fundamentarse en la normalización de la
digestión
, para lo cual es preciso combatir la fiebre del interior del
vientre.

Pues bien, el barro es el medio más adecuado para conseguir el
refrescamiento de las entrañas
, vale decir su descongestión y, por
tanto, el flujo de sangre a la piel para obtener así el equilibrio térmico
que es salud integral. Este agente salvador se prepara con tierra
natural de cualquier región mezclada con agua fría.

Las propiedades
curativas del barro se fundan en el poder regenerador, refrescante,
desinflamante, descongestionante, purificador, cicatrizante, absorbente
y calmante que posee la tierra.

geoterapia

En las inflamaciones
agudas como picaduras, golpes o quemaduras
, el barro por el frío,
pierde su acción descongestionante a medida que se calienta.

En cambio,
en las congestiones de los órganos internos del cuerpo, mientras más
se calienta el barro aplicado directamente sobre la región afectada y
manteniéndolo constantemente ahí hasta que desaparezca todo dolor o
hinchazón.

En las inflamaciones agudas se cambiará el barro cada vez
que se caliente demasiado, cada tres o cuatro horas.

Sin embargo, el
barro que se aplica sobre el vientre es más eficaz a medida que se
calienta con el calor malsano que extrae del interior que así se
refresca.

Junto con aplicar
cataplasma de barro sobre el pulmón en la pulmonía
, por ejemplo, hay
que mantener fajado de barro sobre vientre y riñones, alrededor de la
cintura
, a fin de combatir la fiebre gastrointestinal y normalizar la
digestión, siempre cuestión previa para obtener curación verdadera.

Las heridas punzantes,
de arma blanca o fuego
, frescas, antiguas o supurantes y especialmente
en las contusiones, fracturas y golpes, el barro aplicado en forma de
cataplasma directamente sobre la parte afectada
, y renovado cada dos o
tres horas, es bálsamo incomparable e insustituible que desinflama,
purifica y cicatriza, calmando los dolores y evitando toda complicación.

En el barro tenemos
unidos los dos agentes de la vida orgánica: tierra y agua.
La unión de
estos dos agentes hace prosperar todo lo que posee germen de vida y
destruye y descompone la materia muerta para transformarla en elementos
nuevos de vida.

La tierra es el
misterioso laboratorio de la vida; ella jamás es agente de muerte, pues
está destinada a recibir en su seno cuanto se destruye y muere para
transformarlo en nuevos elementos de vida orgánica.

La tierra curativa,
tomada regularmente es el don purificante, vivificante, compensador y
curativo, propiedad esencial de la naturaleza.
Es un poderoso dinamógeno
que restablece un equilibrio estable, despertando la actividad de las glándulas
deficientes. Detiene los cultivos microbianos, los elimina, aumenta la
actividad del fermento diástico que existe en las células y los
productos de secreción del organismo.

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