UA

No es nada eficaz montar una discusión llena de reproches si llega a casa borracho. Tampoco son eficaces los castigos o sermones. Lo mejor es esperar a hablar con él cuando no esté “mareado” y con buen ánimo.

Los propios adolescentes necesitan información pues muchas veces no saben cuando es “demasiado”. Por eso, debemos informarles de que aunque consuman esporádicamente, el alcohol es una droga que mata despacio, pero sin perdón.

Hay que hacer especial hincapié en las consecuencias que puede tener a corto plazo.

A los adolescentes les cuesta imaginar lo que les puede pasar dentro de 20 o 30 años, pero les afecta mucho las consecuencias inmediatas, sobre todo si afectan a su aspecto físico.

Por ejemplo: si les decimos que el alcohol les hace parecer ridículos, se les inyectan los ojos o que, si siguen bebiendo, bajarán su nivel deportivo, son argumentos que les harán mella y, al menos, les harán reflexionar.

Nuestro hijo adolescente bebe ¿qué hacer?

La primera reacción del chico será de negación, se enojará e intentará desmentir. Es importante mantenerse firme e intolerante ante el hecho de que beba.

Es imprescindible dejar claro que su rechazo es hacia la conducta que ha adquirido, la bebida, pero no hacia su persona.

También sabemos que un exceso de protección y permisividad no es bueno, de la misma forma que son contraproducentes las continuas criticas hacia su persona.

La baja autoestima es una de las razones que más impulsa al alcoholismo.

Por último, no hay que olvidar que el consumo de alcohol es la puerta de entrada al consumo de otro tipo de drogas. Cuanto antes se inicie en su consumo, más probabilidades hay de que se enganche a otras sustancias.

https://analytics.google.com/analytics/web/?authuser=0#/a19873651w39653599p39359059/admin/integrations/adsense/editor/MELVhoLOS4O55HAh2VocUA