El Caballo de Madera. La astrología asiática establece el elemento Madera como el más etéreo de sus cinco elementos. Si bien el Caballo como tal se relaciona con el Fuego y representa velocidad y dinamismo, el Caballo de Madera es el más resuelto y expedito de todos, pero también frágil e inconsistente en lo material. Su éxito reside en el mundo de las ideas, imaginación, creatividad, pero sobre todo por la impresionante celeridad en sus actuaciones.
En el Año del Caballo de Madera hay que montarse, sin titubeos, en el vehículo que lleva a las renovaciones. No ocuparse tanto de detalles y encauzar el fuego interno que lo caracteriza.
Los dos grandes astros del sistema, Saturno y Júpiter, iniciarán el año como grandes amigos. A Saturno, que estará muy compungido y limitado en el signo de Escorpio, Júpiter le proveerá el factor suerte. El elemento indispensable para que el primero no pase a la desolación. De alguna manera la población estará en la misma dirección.
Saturno, que trabaja a través de los obstáculos y la fría realidad, se arropa de la juventud jupiteriana para apoyar las estructuras. Luego, a partir de julio, sucederá lo opuesto, Júpiter avanzará desde Cáncer a Leo y los dos planetas serán beligerantes. Uno buscará conservación y la renovación será preferencia del segundo. La prudencia no debe separarse de las nuevas iniciativas porque se formaría un torbellino, pero esta será la lucha de todos y cada uno. La clave de 2014 radica en la maestría de encontrar el punto medio entre los dos grandes astros.
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El popular y activo caballo representa el séptimo signo del zodíaco chino. Estos son independientes y del tipo alegre, alguien que realmente disfruta de las personas. También pueden ser muy testarudos y cuando se enojan tienden a actuar sin pensar.
Si de un oficio hablamos, son los vendedores y/o comerciantes del zodiaco chino por naturaleza. Su carácter es alegre y su esencia físicamente magnética combinada el con amor que los lleva a pensar en nuevas ideas. Les encanta ayudar a cualquier persona y buscan que todo salga adelante, incluidos ellos mismos. Los Caballos hacen bien su trabajo. Ellos buscan tener éxito. Nunca subestimen el poder natural de persuasión de un Caballo.
En el amor, el Caballo puede ser un rompecorazones. Ellos atraen fácilmente a los demás y pueden manipular o coquetear de una manera muy seductora. Desafortunadamente, algunos Caballos prefieren este juego y valoran mucho más la libertad que el compromiso. Un Caballo debe ser lo suficientemente maduro para tener un matrimonio exitoso.
Como personas a las que les gusta divertirse. Los caballos necesitan actividad física y con diversidad. Son personas flexibles a las que les van bien los cambios bruscos y de dirección. Las personas a que quieran estar junto a un Caballo deben esperar lo mismo.
El caballo tiene un gran círculo de amigos, pero, al final, siempre está solo. Un caballo sigue su propio camino, corriendo libre y por delante de la manada.