Máscara de yema de huevo:
Esta máscara te deja la piel muy refrescante. Aplícate la yema por toda la cara con un algodón y luego de 15 minutos retira con abundante agua fría. Una de las ventajas de la yema es que tiene proteínas y ácidos que ayudan a mantener tu piel en buen estado.
Máscara de miel y avena:
Mezclar un poco de avena y de miel en un bol y aplicar la pasta durante 15 minutos. La avena va a absorber la grasa de tu cara.
Máscara magnesiana:
La consigna es aplicar una pequeña capa de leche de magnesio en el rostro y dejártela durante todo el día.
Máscara casera de la abuela:
La mezcla consiste en una cucharadita de alcohol, dos cucharas de té de agua destilada, 10 gotas de jugo de limón, 5 gotas de miel, un cuarto de soda y talco de bebé en cantidad suficiente para que todo forme una pasta. Esta mezcla se puede usar solamente una vez al día y una hora antes de meterte en la cama. Aplícatelo con un algodón o con las yemas de los dedos. Déjalo actuar durante media hora y luego lávate la cara con agua tibia. Los resultados se ven en 1 semana.
Máscara bien natural:
Consiste en medio tomate aplastado, dos tapitas de yogur, un pepino aplastado, dos tapitas de aloe vera, 3 cucharadas de avena y dos hojas de menta aplastadas. Mezcla todos los ingredientes y aplícatelo aproximadamente 10 minutos. Luego lávate la cara con agua tibia. Tu piel lucirá increíble.
Máscara de yogur:
Mezcla media taza de yogur sabor natural, algunas frutillas aplastadas, media taza de avena y ponlo todo en un bowl. Luego aplica la mezcla en tu rostro con tus dedos y relájate durante 15 minutos. Para que el relax sea pleno ponte pepinos en los ojos.