UA

Pero con protección, porque un buen bronceado no sólo es sinónimo de belleza, sino también de salud. El sol proporciona ánimo y vitalidad, pero daña con los rayos ultravioletas. No hay excusa para no estar dorada y sana, productos altamente eficaces los hay por montón. Protegen, hidratan e incluso contienen vitaminas.

Más que el color que se tome al sol, hoy importa cuán protegida se está en esa exposición. El oscuro fuerte se convirtió en un tono sospechoso, trofeo sólo de quienes no han tomado conciencia de que el daño de los rayos del sol son una realidad por el adelgazamiento y ruptura de la capa de ozono.

Si hay algo muy comprobado en este tema es que la excesiva e imprudente exposición solar puede traer, en un futuro cercano, consecuencias dramáticas, principalmente cáncer a la piel, porque sus efectos son acumulativos.

El sol entrega alegría y ánimo, de hecho se le considera un potente antidepresivo. Pero si no se toman las precauciones necesarias, puede también transformarse en un enemigo de cuidado. Esto, porque no sólo emite calor y energía, sino además rayos ultravioletas. Como todos los otros órganos, la piel está condicionada a un proceso natural de envejecimiento.

Pero éste se agrava cuando los rayos UVA penetran en ella hasta las capas más profundas de la epidermis y ocasionan daños irreparables en las células cutáneas, esenciales para el proceso de regeneración. Asimismo, los radicales libres (moléculas de oxígeno extremadamente agresivas) se multiplican ante la influencia de los rayos UVA y dañan aun más las células.

Cuanto más joven es una piel, mayor es su grado de riesgo. Por lo tanto, se debe prestar más atención a niños y adolescentes, en especial a los menores de tres años, porque su sistema inmunológico y su mecanismo termorregulador no están aún bien consolidados. También hay que tener en cuenta la sensibilidad de la piel clara, ya que ésta tiene menor capacidad para producir melamina de forma natural y debe compensar esta carencia con la protección cosmética artificial.

De todas maneras, cualquier tipo de piel necesita un filtro solar, cuyo factor de protección irá en consonancia con el tipo de piel.

Hoy existe una gran gama de bronceadores resistentes al agua, al sudor y a la arena, que previenen contra las reacciones alérgicas solares y que combinando filtros físicos y químicos protegen de los rayos ultravioletas UVA y UVB.

Los filtros solares son los actores principales de la protección solar, ya que tienen como objetivo absorber la energía luminosa, reduciendo la cantidad de rayos ultravioletas que penetran en la piel.

https://analytics.google.com/analytics/web/?authuser=0#/a19873651w39653599p39359059/admin/integrations/adsense/editor/MELVhoLOS4O55HAh2VocUA