– Tengo una casa con dos cuartos uno para mis hijos y otro para mi esposa y yo.
Una noche, mi hijo pequeño de tres años, se levantó de la cama asustado, gritando, con el miedo reflejado en el rostro.
No le di importancia pero al día siguiente, pasó de nuevo. Esta vez el niño quería salir corriendo de la casa. Aporreaba la puerta horrorizado y mi esposa lo llevó a nuestro cuarto mientras lo abrazaba, intentando calmarlo.
Yo me quedé en la sala junto a la puerta. Me encontraba muy enfadado e intranquilo y grité una serie de insultos, pidiendo que quien fuera dejase en paz a mi hijo.
En eso sentí por la espalda un aire frío y se me erizó la piel.
Esto siguió pasando hasta que el párroco de la colonia bendijo la casa.
Aún no me explico lo que estuvo sucediendo ahí.
Nota: En el transcurso de nuestra vida, hemos oído y en ocasiones hemos experimentado, experiencias y vivencias inexplicables, aquí muchas personas, han expuesto lo que han vivido y sentido… Si deseas conocer muchas más experienciaspuedes consultar nuestro gran indice de vivencias, haciendo Clic Aquí