Que pueda hacer que hombre alguno aparte su mano de ella
– Ahora bien, esta operación u obra no es una cosa de gran labor para aquel que la conoce y entiende; ni es la materia tan cara, en consideración de cuán poca cantidad resulta suficiente, que pueda hacer que hombre alguno aparte su mano de ella.
Es en verdad, una obra tan corta y fácil, que puede llamarse un trabajo de mujer, y el juego de niños.
Ves pues ella, hijo mío, ofrece tus súplicas a Dios Todopoderoso; sé diligente en buscar los libros de los instruidos en esta ciencia; pues un libro abre el otro; piensa y medita estas cosas profundamente; y evita todas las cosas que se desvanecen en el fuego o que no resistirían el fuego, porque de esas cosas adustibles, perecederas y consumibles, nunca puedes alcanzar la materia perfecta, que sólo se encuentra en la digestión de nuestra piedra, extraída del sol y de la luna.
Pues por este agua le son dados a la materia infinitamente color y ponderosidad o peso; y este agua es un vapor blanco, que fluye como un alma a través de los cuerpos perfectos, quitando completamente de ellos su negrura e impurezas, uniendo los dos cuerpos, e incrementando su agua.
Ni hay otra cosa que el Azoth, es decir esta nuestra agua, que pueda tomar de los cuerpos perfectos del sol y de la luna su color natural, haciendo blanco al cuepro rojo, de acuerdo con la disposición de éste.