– Hace seis meses mi abuela desencarnó, dejando en este plano a mi papá, mi abuelo, mis tíos, sus nietos y bisnietos, entre los que nos encontramos mi hermana, mi bebé y yo.
La cuestión está en que el día en que mi abuela murió, habían llamado por teléfono para avisarle a mi papá que ella se sentía muy mal y le dolía el pecho.
El sonido del teléfono hizo que mi bebé se despertara llorando y cuando lo conseguí calmar con arrullos, decidí ir a la cocina a prepararle su comida.
Entonces fue que, de repente, oí una voz masculina preguntándome por mi papá. Era la presencia de mi abuela, pues al voltearme la vi en la ventana de mi balcón diciendo adiós.
En mi interior yo sabía que mi abuela nos había abandonado, pero no lo quise creer. Además estuvo corroborado por el llanto desesperado de mi bebé, que como ustedes saben los bebes son receptores sensibles a todos los fenómenos naturales y su medio de defensa para las cosas nuevas o inexplicables en ellos es el llanto.
A los pocos minutos recibimos la llamada de mi padre diciendo: “que descanse en paz”. Suceden cosas muy extrañas en nuestras actuales vidas. Estamos todos separados por los problemas de la herencia.
Mi abuelo está muchas veces tristes, y me imagino que será por la falta de su esposa que le causa un vacío muy grande. Tan grande que ni sus dos nietas, su bisnieto, su hijo (mi padre), y su sobrina política (mi madre) puede llenar con su compañía.
Mi situación es compleja también, pues no pasa un día en que no la recuerde, permanece en mi memoria en cada momento, y hay noches en las que lloro por no poder tenerla a mi lado, cuando recuerdo sus ocurrencias, y nuestras anécdotas.
Nota: En el transcurso de nuestra vida, hemos oído y en ocasiones hemos experimentado, experiencias y vivencias inexplicables, aquí muchas personas, han expuesto lo que han vivido y sentido… Si deseas conocer muchas más experienciaspuedes consultar nuestro gran indice de vivencias, haciendo Clic Aquí