La naturaleza ha de ser enmedada por su propia naturaleza
– Ves por tanto que la naturaleza ha de ser enmedada por su propia naturaleza semejante; esto es, el oro y, la plata han de ser exaltados en nuestra agua, así como nuestra agua también con estos cuerpos; agua que es llamada el medio del alma, sin la que nada he de hacerse en este arte.
Es un fuego vegetal, mineral y animal, que conserva los espíritus fijos del sol y de la luna, pero destruye y conquista sus cuerpos; pues destruye, trastorna, y cambia los cuerpos y las formas metálicas, haciéndoles no ser cuerpos sino un espíritu fijo.
Y los convierte en una sustancia húmeda, suave y fluída, que tiene ingreso y poder para entrar en otros cuerpos imperfectos, y para mezclarse con ellos en sus partes más pequeñas, y para teñirlos y hacerlos perfectos.
Pero esto no lo podían hacer los cuerpos perfectos mientras permanecían en sus formas o cuerpos metálicos, que eran secos y duros, por lo que no podían tener entrada en otras cosas, a fin de teñir y hacer perfecto lo que antes era imperfecto.