La aparición de los granos tiene mayor incidencia en etapas de gran actividad hormonal como la pubertad. Se debe a la acción de la testosterona y la flora bacteriana.
La actividad hormonal de la testosterona interviene en la producción de grasa de la glándula sebácea que, en ocasiones, produce un exceso de grasa.
Por su parte la flora bacteriana provoca la irritación de la piel.
Cuando se dan estas dos condiciones el sebo cambia su composición, se transforma en una especie de cera difícil de salir al exterior y se inflama el poro, apareciendo así los granos.
Tipos de granos
Existen distintos tipos de granos cuyas características y gravedad son diferentes.
Comedones: son lesiones no inflamatorias. Pueden presentar distinto aspectos según si son abiertos o cerrados. Los primeros son puntos negros y los segundos son espinillas con cabeza blanca. Son los más leves de todos y es muy importante no manipularlos para no agravar la lesión.
Papulopústulas: son lesiones inflamatorias que se deben a la ruptura del folículo y la consecuente salida al exterior del sebo.
Microquistes: son la última y la más grave de las fases acneícas. Son lesiones dolorosas provocadas por alteraciones nodulares. Aparecen sobre todo en el pecho y la espalda de los hombres y suelen dejar cicatrices.
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