Nada mejor que los ejercicios abdominales para luchar contra la flacidez. El vientre ganará en firmeza y se tonificará. Los ejercicios deben ser diarios y hay que hacerlos correctamente.
La respiración tiene que ser profunda y consciente, inspirar el aire por la nariz y expulsar por la boca.
Los movimientos deben ser pausados y bien realizados. No es necesario dedicar largas horas de entrenamiento. Unos pocos minutos distribuidos entre 5-7 ejercicios son más que suficientes.
La natación, un excelente deporte, puede ser un complemento ideal para alcanzar el objetivo de conseguir un vientre plano. Otras actividades físicas como el. ciclismo, el trote, o la carrera son también beneficiosos.
Repitiendo estos ejercicios a diario el deseado resultado no tardará en llegar. Fundamental, ser constante.
1º. Túmbese en el suelo con las piernas estiradas. Suba y bájelas lentamente manteniendo las piernas siempre rectas.
2º. Estire el cuerpo sobre el suelo y con las manos unidas debajo de la nuca, flexione una rodilla, acercándola lo más posible al cuerpo. Mientras, se mantiene la otra pierna separada a un palmo del suelo por contracción abdominal.
3º. Túmbese en el suelo con las manos bajo la nuca y los pies apoyados en el suelo. Después se eleva el tronco hacia las rodillas. Repita el ejercicio una y otra vez.
4º. Tumbado en el suelo y con los brazos y piernas estirados incorpórese hasta que las puntas de los dedos toquen los pies.
5º. Con el cuerpo tumbado boca abajo, las piernas juntas y los brazos estirados hacia adelante, se comienza por elevar ligeramente el tronco y las piernas a la vez, manteniendo la postura unos segundos.
6º. Contraiga el vientre hacia dentro y manténgalo sumido durante varios segundos. Vuelva a contraer y repetir ese movimiento diez o doce veces. Este ejercicio se puede hacer varias veces al día, de pie, sentada…
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