– Lo más habitual es situarlo en un estante, bajo el televisor, una elección dictada por razones prácticas de manipulación y para facilitar las conexiones.
– Si te ves forzado a situarlo lejos del televisor, la distancia no debe superar los 10 metros para mantener el nivel de calidad de imagen y sonido. No improvises los cables de conexión si has de cubrir distancias importantes, dirígete a un especialista.
– Si lo empotras en un mueble, asegúrate de que disponga de una buena ventilación a su alrededor. Un espacio libre en la parte trasera te permitirá alojar y disimular todos los cables.
– En cualquier caso, no lo pongas en el suelo ni a nivel de suelo.