La producción de leche depende de la frecuencia con que se vacíe la
glándula mamaria. Por lo tanto, entre más seguido se alimente un bebé,
más leche se producirá. Cuando vamos a destetar a un bebé hay que
trabajar en sentido inverso, disminuyendo la frecuencia con que se
vacía la glándula y así poco a poco la producción de leche se reducirá.