Qué es el propóleo, su origen y extracción.
Es una sustancia pegajosa, cuyo color varía del amarillo al verde pardo, que las abejas acumulan en la colmena.
Etimológicamente, propolis viene del griego pro= delante y polis = ciudad , en resumidas cuentas acumulación de este material en la entrada de la colmena.
Otra acepción hay que buscarla en el latín, donde pro= para y polis= pulir, alisar. El propóleo sirve para barnizar el interior y la parte exterior de la colmena con finas capas en las paredes internas de la misma.
El propóleo se usa también como sustancia “embalsamante”, para cubrir los restos de los invasores de la colmena que las abejas han matado, y no pueden transportar hacia fuera de la colmena, los recubren de propóleo, secándose, pero no se produce la putrefacción.
A partir de estas observaciones se conoce el poder antiséptico del propóleo, utilizándose en la farmacopea de la medicina popular.
Antiguamente, los Egipciós lo usaban para la momificación. Plinio, Dioscórides o Galeno, entre otros, también conocieron las virtudes de este producto. Varrone comenzó a utilizarlo en la medicina, incluso se habla del propóleo en el propio Corán.
Las especies vegetales más utilizadas para el propóleo suelen ser los siguientes árboles: álamos, abedules, alisos, pinos, castaños de Indias, sauces y palmeras en las zonas tropicales.
La extracción del propóleo de la colmena se hace aprovechando la fragilidad en frío de este material. Se suele obtener entre 100 y 500 gramos de cada colmena.