Rojo. Es el color de la energía y la vitalidad universal.
Sirve para curar las parálisis y los problemas relacionados con la presión arterial y la mala circulación.
Un contacto frecuente con el rojo permite a las personas con tendencia a la depresión, superarla con mayor rapidez.
Se puede utilizar en estados de fatiga severa, decaimiento y anemias.
Estimula la sexualidad y tonifica los sistemas nervioso y circulatorio.
Es el antídoto perfecto contra el temor y la timidez.