– Cuando toque lavarlas, no las mezcles con cortinas u otras piezas que puedan llevar ganchos o cremalleras, pues podrían engancharse en alguno de sus hilos y causar un desaguisado.
– No pongas un exceso de lejía, al contrario, disminuye la dosis. Evita utilizarlas para desmaquillarte, usa mejor toallitas de papel.
– Si suavizas el agua de lavado con un poco de vinagre blanco te saldrá más barato que si empleas suavizantes y el efecto será el mismo;
– Si una toalla se ha endurecido, ponla a remojo toda una noche en agua con vinagre y lávala después normalmente.
– Ten presente que el secado de las toallas en secadora les confiere mayor esponjosidad.