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Hombre: Andropausia y Jubilación

La andropausia podemos definirla como una bajada de los niveles hormonales en los varones, concretamente de la testosterona.

Estos cambios en el varón se producen de manera gradual y por lo tanto los cambios en el cuerpo aparecen de forma lenta, y se acompañan de modificaciones del estado de ánimo, fatiga, pérdida de energía e impulso sexual y agilidad física. Los signos no son tan claros como pueden ser los de la menopausia en las mujeres, por ello quizá se le ha dedicado menos atención.

Estos cambios hormonales suelen producirse a finales de la década de los 40, y suele extenderse bastante más que la menopausia, incluso durante décadas. Existen ciertos comportamientos denominados de riesgo que pueden dar lugar a un inicio prematuro de la andropausia, como el estrés, el consumo de alcohol, drogas, las cirugías, la obesidad…
Realmente los niveles de testosterona comienzan a descender en los hombres a partir de los 30 años, aproximadamente un 10% por década.

Pero los síntomas de la andropausia solo se dan cuando la caída de la testosterona es fuerte, por lo que hay hombres que no la notan. Cuando estos síntomas aparecen pueden afectar a la calidad de vida y pueden exponer a otros riesgos a largos plazo. Se estima que el 30% de los hombres de alrededor de 50 años, tendrán la testosterona lo suficientemente baja para causar síntomas.




Si a todos estos cambios hormonales se unen los cambios profesionales que sufren los varones en estas edades, nos encontramos con una situación extremadamente nueva, que a muchos hombres les cuesta asimilar. La masculinidad tradicional, dicta que es el hombre el proveedor material del núcleo familiar, y esto es algo muy arraigado en el imaginario de muchos hombres. Por lo que desplazados de este rol de proveedores, entran en crisis con su pareja, sus propios sentimientos y emociones, con su sexualidad… Lo único para lo que han sido educados, para ser los hombres de la casa, dominantes y proveedores de la seguridad física y económica, deja de tener sentido, lo que les hace sentir que se alejan de su masculinidad.

Pero los tiempos cambian y muchos hombres comienzan a vivir de otra manera estos cambios, aprovechando la nueva situación para poner en práctica las nuevas posibilidades que la vida le ofrece, asumen roles domésticos, que antes ni se hubieran imaginado, aprenden oficios nuevos por la simple motivación de hacer algo diferente, tienen más presencia en la familia y en los grupos de amigos… En definitiva, han aprendido que las crisis son unos de los mejores momentos para evolucionar y crecer como personas.





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