El robot que te mira
Estas encadenado a parámetros sectarios de esta época y las cadenas te las pusiste solito para no confrontar una contradicción con tus más afines, osea por comodidad (palabra que en esta vinculación se asemeja a la palabra cobardía), cómodo en el vacío de sentirte común y de cierta manera inobjetable para con la perspectiva del otro.
Estas en lo contrario de lo que querés estar… te afecta todo… lo tomas a personal… en vez de relajarte y ser indiferente e ignorar cuando te atacan con un adjetivo calificativo no solo erróneo sino intencionalmente provocador. (No caer es no darle bola) y así evitar el conflicto… porque no te importa no te llega no te duele… sos más importante y tu pensamiento es mejor que cualquier cosa que digan o piensen de vos.
Andas por la vida creyendote inobjetable… rígido rectángulo con patas caminando por la vida… sin ocultar tu deseo de ser valorado inmodificablemente… y cada paso que das copia una huella anterior… sujeto a preconceptos duros en la planicie de tu construcción mental… salen (como aviones de un portaviones) palabras hiper analizadas, medidas en una métrica que a simple vista parece perfecta… sin ruborizarte y así llegas a todos los límites que te componen y volves a repetirte todos los días, todos los días. Hasta que te estás dando cuenta que te estas consumiendo…
tu deterioro más que asemejarse a un rectángulo se parece a una masa amorfa y la mancha del contexto está tiñendo todos los sentidos de tu vida de otro color… te estás apartando de todos tus puertos y por fin reconoces que no sos lo que creías ser y envidias a un robot que pasa frente tuyo y se ríe con una risa programada por tu apariencia putrefacta en su inodora e indolora conciencia androide.
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Frente al espejo
Me gustaría sentirme libre; para olvidarme los padeceres, me gustaría soltarme al aire y volar; pero mis sueños no forman alas y entre mis cosas solo hay deberes, obligaciones y tratar de reciclarme día a día para continuar, para poder sobrevivir. Ya sé que soy joven, pero a veces me siento vieja y cansada, trato de ayornarme continuamente, pero que haga el esfuerzo por conseguirlo no significa que lo logre. A veces veo a los demás, como disfrutan viven el momento, sin preocuparse por lo que vendrá ni quejarse por el pasado, me gustaría posarme en alguna de esas sonrisas e involucrarme en ese sentir. Pero mi hoy es un intento de proyección hacia el mañana y una carga de equipaje del pasado que yo sé que tengo que soltar. Voy a ir a un psicólogo o psicóloga, tal vez necesite un profesional para reincorporarme a la vida, o tal vez necesite algo más, ¿un amor?, ¡no!, ya mi vida està algo ordenada, como para desordenarla con algún secuestrador de ilusiones, ¡no!, ¡qué voy a necesitar un tipo!, ni un profesional, tengo que poder sola, cómo lo hice siempre, tengo que animarme a seguir para adelante. Tengo un lindo cuerpo, no soy exigente conmigo misma en cuanto al físico; tengo un buen trabajo, no soy condescendiente con nadie y nadie me molesta, así que puedo hacerlo tranquila. A veces no estoy tan seria como hoy, el fin de semana que viene llamo a Viviana y me voy de fiesta, un poco de movimiento desenfrenado ayudado con unos drinks me va a hacer bien.
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