– Toma el recipiente con la materia, agrégale dos onzas de mercurio vulgar bien lavado y seco: obtura cuidadosamente con pasta, y pon de nuevo el recipiente donde antes estaba.
Regula y gobierna el fuego según los grados uno, dos y tres, como antes se explicó, hasta que todo quede reducido a un polvo muy blanco: así podrás aumentar tu Cal hasta el infinito.