Pregunta:
– ¿Si se convoca a los espíritus, ellos pueden quedar en el lugar donde se les convocó? ¿Pueden enojarse por alguna cosa? ¿Es conveniente convocarlos? ¿Pueden hacerles algo malo a las personas que los convocaron o a personas cercanas?
Respuesta:
– En principio ya de por sí no es bueno andar convocando espíritus. Más que nada, porque a escala general siempre aparecerán aquellos que tienen una afinidad vibratoria a nosotros. Es decir, aquellos seres que son del mismo nivel que nosotros o un poco por encima.
Eso significa que si no tenemos un nivel un poco elevado lo único con lo que nos vamos a encontrar es con seres de capas inferiores, que suelen venir a confundir, intentan o creen que siguen vivos y así lo único que hacemos es permitir que sigan en el engaño.
Esos son los espíritus que sí se pueden enfadar por algo, tener cambios bruscos de “personalidad”, etc.
Pero para poder manifestar algo “malo” en las personas que lo convocaron o en sus seres queridos, necesitan gastar mucha energía, y por ello, la mayoría de los seres que realizan amenazas sólo lo hacen para asustar, para infundir respeto, para sentirse “importantes”.
Hay que tener en cuenta que el miedo, es una de las características que más rápido bajan la vibración de un individuo, y si baja tu vibración, eres más vulnerable ante ellos.
Hay algunos que pueden manifestarse pero para ello, necesitan de un buen médium y grupo, ya que consumen grandes cantidades de energía en el proceso.
Prueba de ello son los ectoplasmas (restos energéticos de una manifestación del más allá).
Si de todas maneras quieres convocar espíritus, lo mejor que puedes hacer es transmutar tus vibraciones en lo más positivo que puedas, invocar a un ser de luz y proteger la sesión con algún escudo energético creado con la mente.
Los mejores sentimientos para ello son el amor, la alegría, la comprensión y el respeto.
