– El lápiz, ideal para subrayar el contorno, debe ser del mismo color y tono que el fondo.
– El pincel resulta un accesorio muy útil, pues proporciona a las aplicaciones un máximo de precisión.
– Se consigue una mayor intensidad, aplicándose una capa de lápiz de labios y mordiendo luego una servilleta de papel.
– Repasa entonces con una segunda capa. Acaba por aplicar un punto de brillo en el centro de la boca.