– El cepillo del pelo es un accesorio indispensable. Elige el modelo adecuado en función del uso a que se le destina y de la naturaleza de tu pelo.
Redondo: fundamental para el cepillado (brushing) ;nunca uses jabón para limpiar un cepillo, pues sus restos se incrustan entre las púas. Lo mejor es lavarlos con agua tibia, a la que añadirás unas gotas de champú. Así podrás limpiar el cepillo, lo aclararás fácilmente y las púas cobrarán brillo. los pequeños rizan los cabellos cortos o de longitud media; los de tamaño mediano imprimen un movimiento de bucle a los cabellos semilargos; si es grande, alisa el pelo.
Semi-redondo: esponja el pelo y elimina los residuos. Para que el cepillado sea eficaz conviene practicarlo con dos cepillos, uno en cada mano, la cabeza baja, y empezando desde la nuca hacia la frente y luego los lados
Especial secador: sus púas de plástico van montadas sobre un zócalo esponjoso que permite el paso del aire caliente del secador.
De púas metálicas sobre zócalo cauchutado: es capaz de desenredar el pelo más espeso sin estropearlo.
Plano y rectangular: alisa perfectamente el pelo; puede servir también para tu pareja.
Ideal para el cuero cabelludo: masajea suavemente y estimula la microcirculación gracias a sus púas de plástico protegidas por pequeñas bolas, todo ello montado sobre un zócalo neumático.
Ancho y oval: sus cerdas son ideales para los cabellos más finos.