Si el jardín es muy pequeño, planta siempre en su perímetro y procura que las plantas tengan tamaño y forma diferentes.
Evita los setos rectilíneos y densos que impiden desplegar la vista.
Hay que dejar la mayor perspectiva posible.
Trata de crear distintos niveles de plantaciones; cuanto mayor sea el número de desniveles, más se dejará engañar la vista, que se creerá en un espacio sin límites.