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– Si por distracción lavaste una prenda de lana con agua caliente, lo más probable es que ahora pagues las consecuencias y la prenda en cuestión se haya apelmazado visiblemente.

Antes de tirarla, prueba a ponerla a remojo en agua tibia a la que añadirás una buena cantidad de un champú de calidad.

A veces esto es suficiente para reblandecer la fibra de la lana lo bastante como para que la prenda adopte su antigua forma.

De todos modos, sea cual sea el resultado, vale la pena probar.

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