– Los pececillos de plata, esos bichitos plateados que aparecen donde menos lo esperas, se encuentran muy a gusto en lugares oscuros y húmedos.
Si los descubres en tu despensa, vacíala como primera providencia.
Luego, una vez vacía, pon en su interior un recipiente con agua caliente y amoníaco.
Tras 24 horas, ventila bien el espacio.