– Es conveniente cambiar a diario de zapatos para darle tiempo al cuero a secarse.
Sólo así estará en condiciones de volver a absorber humedad.
Cuando te los quites ponles una horma que evitará que el zapato pierda su forma.
Llénalos con papel de diario cuando hayas andado con lluvia o nieve y, ojo, deben secarse a temperatura ambiente, nunca sobre la calefacción o en el horno, pues el cuero se endurecería, agrietaría y acabaría por romperse.
Lo mejor es colgarlos o apoyarlos en la pared para que al aire circule en torno a todo el zapato.