UA

Hasta no hace mucho, en los transportes públicos, sobre todo, era obligado que un caballero se levantara para ceder su asiento a una dama. Pero los tiempos han cambiado, y los movimientos de liberación femenina han contribuído no poco a que estas normas pasaran a la historia.

Sin embargo, cuando educamos a nuestros hijos, debiéramos saber actualizar esta antigua regla para extraer de ella lo que de intemporal tiene.

Porque nada resulta tan irritante e inconveniente como ver a un o una joven de veinte años, con su walkman bien encasquetado, sentado en un autobús o en el metros abarrotados, mientras a su lado está, de pie, un señor o una señora de setenta, una mujer embarazada o alguien que lleva en brazos a un bebé.

https://analytics.google.com/analytics/web/?authuser=0#/a19873651w39653599p39359059/admin/integrations/adsense/editor/MELVhoLOS4O55HAh2VocUA