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Definición

La fitoterapia consiste en la aplicación mediante diferentes compuestos de plantas (tinturas, jarabes, infusiones, cremas, pastas, cataplasmas, baños, polvos, jabones, extractos, inhalaciones, etc.) para resolver o aliviar dolencias de diversa índole.


Es un tipo de terapia muy antigua utilizada desde las culturas clásicas europeas, pasando por la China milenaria, donde siempre ha sido fundamental en su sistema de salud, existiendo textos de recopilación de más de 10.000 plantas con propiedades terapéuticas. Se conocen textos al respecto desde el siglo XVII a. de C. en Egipto desarrollados por estudiosos de la época. Adquirieron especial importancia también en Mesopotamia, la India, Grecia y los países del Golfo Pérsico. Fue mediante la invención de la imprenta en 1450 por Gutemberg, cuando se comenzó a difundir el cuidado de enfermedades mediante el uso de las plantas. De suma importancia fue al mismo tiempo el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492, pues se importaron muchas variedades desconocidas hasta entonces en Europa y Asia.

fitoterapia Posteriormente, en los siglos XVI y XVII, mediante el estudio químico de las sustancias activas existentes en las plantas, comenzó a gestarse la farmacopea actual interviniendo activamente la química. Puede decirse que la utilización de la fitoterapia así como su desarrollo posterior es la base de la medicina alopática o tradicional actual.

No obstante, hoy en día, cada vez son más las personas interesadas en el abandono de la manipulación química y buscan remedios exclusivamente naturales, existiendo un regreso a las técnicas más tradicionales de manejo y elaboración de la plantas.

Sustancias activas


Se estudian mediante la química botánica.
Existen dos tipos de sustancias, aquellas que se encuentran directamente en las plantas y que son necesarias para su subsistencia (metabolismo primario – en estado puro), y aquellas otras no necesarias para ellas (metabolismo secundario – es preciso manipularlas químicamente). En ambos casos poseen propiedades terapéuticas esenciales en fitoterapia.

Se detectan hoy en día mediante observación microscópica y por manipulación química como la sublimación, cristalización, cromatografía, … De esta forma conocemos los distintos tipos de sustancias activas que tanto beneficios pueden reportarnos:

ACEITES ESENCIALES: Tienen olor y tacto oleoso y se obtienen por destilación previa trituración de plantas frescas. Se hallan en la totalidad de las partes de las plantas: hojas, flores, tallos, ramas y raíces. Su concentración se ve favorecida con climas cálidos y soleados. Químicamente, su principal componente es el terpeno, aunque también lleva asociados otros como alcoholes, ésteres, aldehídos, salicilatos, atenol, …

En medicina y fitoterapia se usan por sus propiedades desinfectantes, bactericidas, expectorantes, estomacales, carminativas, colagogas. En perfumería se utilizan por su aroma. Plantas ricas en aceites esenciales son: anís, hinojo, alcaravea, tomillo, mejorana, salvia, orégano, romero, espliego, menta.

ACEITES GRASOS: Son aceites de gran consistencia e insolubles en agua. Se obtienen por trituración y presión, obteniendo por ejemplo el aceite de oliva de la aceituna. Este tipo de aceites en contacto con el aire se comportan de forma muy distinta, diferenciando los secantes que se endurecen a modo de resina (linaza, girasol, adormidera, ricino); y los no secantes (olivas, cacahuetes, chufas, maíz, semillas de algodón, almendras).

En alimentación se usan los aceites de oliva y girasol. En fitoterapia se usa el de ricino (como laxante), cacahuetes, chufas, almendras. Industrialmente se usan los aceites secantes parra la elaboración de resinas para pinturas y barnices. También el aceite de almendras es muy utilizado para la realización de masajes y para hidratar la piel.

ALCALOIDES: Son compuestos nitrogenados de origen vegetal. Pueden ser sólidos, solubles en alcohol o insolubles en el agua. Se extraen mediante el agua, alcohol, con álcalis y con disolventes. Son el resultado del metabolismo de los aminoácidos. Su función es reguladora y protege a la planta contra los insectos y parásitos.

En medicina, farmacología y fitoterapia se emplean en estado puro o por quimiosíntesis como drogas vegetales (quinina, morfina). También para infusiones se utiliza su cafeína (café, té) y en bebidas refrescantes (colas). Existen innumerables plantas que contienen alcaloides: opio, cafeto, te, cornezuelo del centeno, ruda, cicuta, belladona, eléboro.

FITOHORMONAS: Son sustancias que se producen por sintetización celular individualizada y que posteriormente se distribuye al resto de la planta (auxinas, giberelinas, citoquinins, ácido abscísico, etileno). Influyen sobre su crecimiento, el desarrollo del fruto, sobre la caída de las hojas y sobre el desarrollo de la raíz. También en el proceso de maduración y en actuar como defensa ante plagas en épocas de bajas temperaturas. Hoy son muy empleadas en horticultura.

Se hallan entre otras en la avena, la zanahoria, el anís y la salvia. Utilizadas en cosmética como geles de baño e hidratantes para la piel.

GLUCOQUININAS: Se las considera como la insulina vegetal, dada su acción sobre el índice de azúcar en sangre (glucemia). Su utilización como antidiabético es muy conocida.

Plantas que contienen esta interesante sustancia vegetal son las judías verdes sin semilla y las hojas de arándano.

GLUCÓSIDOS: Son sustancias derivadas de la glucosa, que se obtienen por el metabolismo de la misma, dando lugar a una parte activa en forma de aglucón (esta posee efectos terapéuticos). Se extraen de las plantas mediante quimiosíntesis.

Se usan en fitoterapia y medicina como laxantes (ruibarbo, cambronera), reguladoras del ritmo cardíaco (digital, lirio de los valles, eléboro), aromáticas (sauce, arándano, brezo).

MUCÍLAGOS: Se componen en su mayor parte de polisacáridos (pentosanas y hexosanas), fermentos, productos de oxidación y elementos minerales. Al mezclarse con el agua da como resultado una sustancia viscosa de aspecto gelatinosa. Debido a esta propiedad las plantas las utilizan para depositar en ellas el agua a modo de almacén.

En fitoterapia se emplean a modo de infusiones para resolver problemas del aparato respiratorio y como cataplasmas para aliviar los dolores producidos por traumatismos. Se encuentran en gran proporción en algas, algunos bulbos, tubérculos, plantas carnosas; así como en las hojas de malva y tusílago, y semillas de lino y alhoevera. Dentro de los mucílagos se distinguen también las pectinas que se hallan en frutas y verduras.

PRINCIPIOS AMARGOS: Son sustancias que confieren a la planta un sabor amargo, sirviendo para estimular el apetito debido a que ayuda a liberar los jugos gástricos tan necesarios para realizar el proceso digestivo. Pueden ser amargos puros (sólo con principio amargo), amargos aromáticos (tienen también una esencia aromática) y amargos mucilaginosos (si además tienen sales alcalinas).

En farmacia se utilizan con frecuencia. Plantas que lo contienen, entre otras, están la centaura, el liquen de Islandia, el cardo santo y la hiedra. También se usan para la elaboración de licores.

Medicina Alternativas

SAPONINAS: Son glucósidos presentes en muchas plantas. Son compuestos solubles en agua, incoloros y amorfos. Se consigue con ellas emulsiones muy espumosas y coloideas, por lo que son empleadas para la fabricación de jabones y lejías.

En fitoterapia se usan por su poder de producir un aumento en la liberación de glóbulos rojos (esto hace de ellas sustancias peligrosas, pues pueden llegar a ser tóxicas). En medicina se emplean como diuréticos, expectorantes, desinfectantes del aparato genitourinario. Plantas ricas en saponinas son el gordolobo, ginseng, abedul, gauña, primavera, regaliz y saponaria, entre otras.

SUSTANCIAS AROMÁTICAS: Presentes principalmente en las plantas de las familias de las labiadas, umbelíferas y compuestas. Normalmente se presentan en combinación con otras sustancias como los glucósidos. Son sustancias aromáticas la cumarina, acetogenina, rutina y esculina.

En farmacología se usan para incrementar la fuerza de los vasos sanguíneos (corteza del castaño de indias para luchar contra las varices o las hemorroides), contra la hepatitis, para calmar el dolor (cáñamo). Se usan en la elaboración de cremas para la protección solar. Plantas con sustancias aromáticas son también la angélica, el espino albar, el saúco negro, el tilo y la siempreviva.

TANINOS:
Son cada uno de los compuestos ternarios del Carbono, Hidrógeno y Oxígeno. Suelen aparecer en la familia de las fanerógamas (robles, encinas) y en algunas criptógamas. Industrialmente se usan para dar al cuero un aspecto más curtido. Son solubles en agua, acetona y alcohol. Tienen la propiedad de coagular las albúminas, los alcaloides y algunos metales. También se utiliza para aclarar el vino tinto.

En medicina natural se emplean para combatir la tos, la bronquitis, las quemaduras, sabañones, heridas (coagulante), hemorroides, diarreas, excesiva sudoración. Algunos autores atribuyen un efecto que contrarresta el envenenamiento con alcaloides de origen vegetal. Muchas plantas poseen taninos, además de las enunciadas anteriormente, como son el nogal, el frambueso, el aliso común, la pimpinela, y otros.

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