El principio fundamental del Tai Chi Chuan es la suavidad: el practicante debe moverse de manera natural, relajada, suelta y fluida.
Al ejercitar el Tai Chi Chuan no hay ejercicios de fuerza, rapidez o endurecimiento, como las pruebas de rompimiento (tameshiwari) usuales en diversos deportes de combate. Por el contrario, se exige que los movimientos se efectúen con un mínimo de fuerza.
A diferencia de muchas otras artes marciales, el Tai Chi Chuan se ejercita de manera lenta, para poder aplicar las técnicas de la manera más correcta posible. Algunos estilos o formas del Tai Chi Chuan se practican de manera más rápida (en especial las formas con armas), o bien incluyen determinados movimientos aislados muy rápidos y explosivos.
En la lucha, el combatiente Tai Chi Chuan trata de «adherirse» al adversario, es decir, mantener siempre el contacto con él. En lugar de reaccionar a determinados ataques del adversario con ciertas técnicas de contraataque, el cuerpo debe reaccionar de manera espontánea y natural, no oponiéndole resistencia a los ataques, sino que en cambio utilizando la propia fuerza del adversario, dirigiéndola en su contra.
Relajación corporal, respiración y concentración
Al ejercitar, el cuerpo debe estar «relajado». Eso no significa que todos los músculos del cuerpo deban estar «adormecidos» (como ocurre por ejemplo durante el sueño REM), sino que sólo aquellos músculos que realmente se necesitan para un determinado movimiento o postura se tensan, mientras que el resto de los músculos muestran un tono muscular distendido.
Es decir, es una relajación que consiste en la expresión de la así llamada fuerza Yin para los movimientos orientados a un fin, que se coordinan de manera conjunta en el cuerpo y que no están supeditados a ningún tipo de tensiones inhibitorias.
La respiración debe ser profunda, relajada y fluir de manera natural. A través de que se procura una respiración abdominal, la frecuencia respiratoria es notoriamente más baja que en la respiración torácica usualmente empleada. En tanto que los principiantes en la mayoría de los casos deben aprender primero a dejar fluir libremente la respiración o adaptarla a los movimientos, el ritmo respiratorio de los practicantes avanzados se ajusta de manera natural al movimiento. Sin embargo, los diferentes estilos de Tai Chi Chuan manejan de manera distinta el aspecto de la respiración, de modo que no es posible hacer afirmaciones generales al respecto.
Los movimientos del Tai Chi Chuan deben ser conscientes y atentos. En esto no se anima, sin embargo, a la concentración exclusiva en los procesos en el cuerpo del practicante, sino que debe distribuirse de manera pareja entre la percepción de los movimientos propios y los del entorno.
Las 10 reglas fundamentales
Los siguientes «diez principios fundamentales» de Yang Cheng Fu resumen la postura corporal y espiritual ideal de un practicante. En los diversos estilos existe además una variedad de principios adicionales.
1.- Erguir la cabeza de manera relajada
2.- Mantener el pecho atrás y enderezar la espalda
3.- Soltar la región lumbar, la cintura
4.- Separar lo vacío y lo lleno (distribuir el peso correctamente).
5.- Dejar colgar los hombros y los codos
6.- Aplicar el Yi y no la fuerza física.
7.- La coordinación de lo de arriba con lo de abajo
8.- La armonía entre el interior y el exterior
9.- El flujo ininterrumpido (que el movimiento fluya).
10.- Mantenerse quieto en el movimiento
Qi (Chi)
Por su estrecha relación con el taoísmo filosófico, el Tai Chi Chuan, como todos los artes marciales internos, le asigna gran significación al concepto del chi. En los movimientos se debe permitir que el chi fluya, relajando en lo posible los músculos y las articulaciones y realizándolos de manera suelta y fluida.
A través de los ejercicios se debe «aumentar el chi en el cuerpo» y el practicante debe llegar a estar crecientemente en condiciones de percibir y finalmente controlar al chi. Muchos practicantes describen la sensación que surge al hacerlo como una especie de flujo energético, que se puede hacer circular en el cuerpo y enviar a determinadas partes de éste. Esto se sostiene que por una parte sirve a la salud y al control corporal, y por otra sería aplicable en combate.
En occidente a veces se discute acerca de la naturaleza del Qi, si acaso se trata de una especie de materia sutil, o bien de un concepto útil que ayuda a desarrollar el tipo de movimientos y la eficiencia biomecánica requeridos para el Tai Chi Chuan. Para la aplicación del concepto en Tai Chi Chuan es irrelevante la opinión o creencia del practicante al respecto.