Fístula pilonidal. Quiste acompañado de trayectos fistulosos que comunican la piel con el canal raquídeo, causado por uno o varios pelos que quedan atrapados dentro de la piel.

Localización anatómica: Piel sobre la hendidura de las nalgas.

Síntomas: Absceso –tejido con pus en su interior–, región enrojecida y dolor intenso.

Pronóstico (gravedad): De evolución favorable, aunque molesto.

Causas: No se describe el mecanismo por el cual los pelos penetran en la piel, aunque algunos autores lo relacionan con el cierre defectuoso de la piel.

Factores de predisposición: Estar sentado mucho tiempo sobre asientos duros, profundidad de la hendidura interglútea y abundancia de vello en la zona.

Posibles complicaciones: Abscesos, fístulas y quistes repetidos.

Tratamiento: Intervención quirúrgica que consiste en la extirpación de la fístula y limpieza de la zona.

Prevención: No estar sentado demasiado tiempo o, en caso de que sea necesario, procurarse un asiento adecuado.