– Para disponer siempre de albahaca fresca, lava las hojas con agua y déjalas secar bien. Una vez secas, dispónlas en un recipiente de vidrio, prénsalas y cúbrelas con aceite de oliva.
– Para disponer de albahaca en invierno, puedes quitar las hojas de los tallos y conservarlas en un frasco, espolvoreadas con sal en polvo y cubiertas de aceite. Tapa bien el frasco.