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El cuidado nocturno de la piel es tan importante como el del día. Sin embargo, la mayoría de las mujeres desaprovecha estas horas cruciales para mantener un cutis sano y más joven, y simplemente se acuesta con la cara sucia. Alrededor del 70 por ciento de las chilenas sólo lava su cara con agua y jabón en la ducha matinal.

En el mercado hay innumerables productos de limpieza, en cremas, leches emulsionadas y geles. Las más novedosas son las toallitas desmaquilladoras, porque son tres en uno: limpian, desmaquillan y tonifican el rostro en un mínimo de tiempo. Muchas de ellas contienen emolientes que limpian y aceites que la desmaquillan sin irritarla, porque hay que tener especial cuidado en la zona de los ojos.

Un final correcto del proceso de limpieza lo da el tónico facial. La acción limpiadora dilata el poro para poder eliminar las impurezas eficazmente, y la tarea del tónico es volver el poro a su estado normal.

Las fórmulas ideales son las que contienen provitaminas, porque purifican y tonifican sin irritar.

Sólo una vez que la cara está limpia y tonificada puede aplicarse la crema, hidratante para el día o nutritiva para la noche. Y en esto se comete otro error: la mayoría de las mujeres usa la misma para el día y la noche, desperdiciando gran parte de las horas de sueño para hidratar o reparar el rostro. Durante el descanso, el metabolismo celular disminuye (bajan las frecuencias cardíaca y respiratoria y también la reproducción celular, entre otras funciones del organismo) y la capacidad de absorber principios activos es mucho más lenta.

Si en la noche se aplica una crema de día, que libera rápidamente los principios activos, la piel sólo podrá absorber una parte mínima de la fórmula, ya que está adecuada al metabolismo más rápido, propio de las horas de actividad. En cambio, si se usa una emulsión más espesa, especial para la noche, los principios activos (vitaminas, coenzimas, etcétera) permanecen más horas en contacto con la piel, permitiendo que se absorban a un ritmo acorde con el metabolismo del descanso.

Cómo exfoliar

Debe hacerse sobre la piel húmeda y suavemente, no es necesario hacerlo con fuerza. Hay que realizar movimientos circulares, como pequeños masajes.

Posteriormente debe retirarse con abundante agua, hasta que no quede ningún resto del producto.

Si su piel es muy sensible o tiene tendencia a la couperosis (venitas rojas que aparecen sobre todo en la zona de pómulos y nariz), es recomendable consultar a un especialista antes de aplicarse un producto exfoliante.

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