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Alteraciones provocadas por la falta de insulina

La diabetes mellitus es la carencia absoluta o relativa de insulina que da como
resultado acumulaciones anormales de grasa, y deficiencias en el metabolismo de las
proteínas y los carbohidratos.

Inicialmente, la ausencia en la producción de insulina afecta a la captación y
entrada de glucosa en el músculo y células grasas. Cuando la ingesta de glucosa
disminuye, el cuerpo demanda combustible, y el glucógeno se libera desde el hígado. El
nivel de glucosa en sangre se eleva aún más. Cuando los niveles de glucosa en sangre se
acercan a los 180 mg/dl, la capacidad de los conductos renales para reabsorber la glucosa
(el umbral renal) se excede, y la glucosa es excretada por la orina (glucosuria). Puesto
que la glucosa es un diurético osmótico, se excreta agua y sales en grandes cantidades y
se produce la deshidratación celular. Cuando la situación se prolonga, la excesiva
diuresis (poliuria) combinada con la pérdida de calorías ocasiona polidipsia (sed
aumentada), polifagia (hambre aumentada) y fatiga: los síntomas clásicos de la diabetes
mellitus.

Poliuria Polidipsia
Polifagia

El primer intento de las células del cuerpo de contrarrestar la falta de glucosa es
metabolizar proteínas, cuyo resultado es la liberación de grandes cantidades de
aminoácidos. Algunos de los aminoácidos se convierten en urea en el hígado y se
excretan, dando como resultado un balance negativo de nitrógeno.

En ausencia de insulina, las células del tejido adiposo intentan proveer combustible
movilizando las reservas grasas. Los ácidos grasos libres se utilizan inicialmente para
la producción de energía, pero la mayoría alcanzan el hígado donde se forman tres
fuertes ácidos: ácido acetoacético, ácido betahidroxibutírico y acetona. Estos
cetoácidos (o cuerpos cetónicos) son excretados finalmente por el riñón junto con
bicarbonato de sodio. La combinación de la acumulación de cetoácidos y la excreción de
bicarbonato ocasiona una caída en el PH del plasma, cuyo resultado es una acidosis.

El cuerpo intenta corregir la acidosis mediante la llamada respiración Kussmaul's, que
es una respiración trabajosa y profunda provocada por el esfuerzo del cuerpo para
convertir el ácido carbónico en dióxido de carbono. Si no se diagnostica la acidosis,
la deshidratación y el desequilibrio de electrólitos afectará al cerebro y, finalmente,
causará coma. Si no se trata la deficiencia de insulina. se puede llegar a la muerte.

El tratamiento con insulina pretende revertir el estado catabólico creado por la
deficiencia de insulina. Cuando el cuerpo recibe insulina, los niveles de glucosa en
sangre comienzan a caer, de forma que las grasas dejan de proveer combustible, con lo que
cesa la producción de cuerpos cetónicos, los niveles de bicarbonato sódico en sangre y
el PH suben, y el potasio se desplaza intracelularmente a medida que el anabolismo
(reconstrucción de tejidos) comienza.

La insulina pancreática se segrega directamente en la circulación portal y es
transportada al hígado, que es el órgano central de homeostasis de la glucosa, donde se
degrada el 50% de la insulina. La circulación periférica transporta entonces la insulina
hasta las células del cuerpo y finalmente al riñón, donde se degrada otro 25% y se
produce la excreción.

Points to Remember

La diabetes mellitus es un
estado catabólico ocasionado por una deficiencia de insulina

Es una degradación metabólica importante que afecta prácticamente a cada órgano del
cuerpo y a su funcionamiento.
En ausencia de insulina, las funciones normales del cuerpo se inhiben, y los tejidos se
degradan provocando acidosis.
Si no se trata la cetoacidosis (acidosis acompañada de hiperglucemia), puede conducir
al coma y a la muerte.
La enfermedad debe detectarse lo antes posible, y corregirse con la adecuada
administración de líquidos, electrolitos e insulina si es necesario.
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