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El melanoma es una enfermedad por la
cual se forman células malignas (cancerosas) en las células de la piel
llamadas melanocitos (células que dan coloración a la piel).

Los
melanocitos se encuentran en la parte inferior de la epidermis.
Elaboran melanina, el pigmento que confiere a la piel su color natural.
Cuando la piel se expone al sol, los melanocitos elaboran más pigmento,
con lo cual la piel se broncea u oscurece.

Anatomía de la piel que muestra la epidermis y la dermis. Los
melanocitos están en la capa de las células basales, en la parte más
profunda de la epidermis.

La piel es el órgano de mayor tamaño del cuerpo. Protege
el cuerpo de la temperatura, la luz solar, las heridas y las
infecciones. La piel tiene dos capas principales: la epidermis (capa
superior o externa) y la dermis (capa inferior o interna).

Cuando el melanoma
comienza en la piel, la enfermedad se denomina melanoma cutáneo. El
presente sumario del PDQ trata el melanoma cutáneo (de la piel). Se
puede presentar un melanoma también en el ojo y se denomina melanoma
intraocular u ocular.

Hay tres tipos de cáncer de piel:

  • Melanoma.
  • Cáncer de piel de células basales.
  • Cáncer de piel de células escamosas.

El melanoma es más agresivo que el cáncer de piel de células basales o el cáncer de piel de células escamosas.

El melanoma se puede presentar en cualquier lugar del cuerpo.

En
los hombres, generalmente se encuentra en el tronco (el área del cuerpo
entre los hombros y las caderas) o en la cabeza y el cuello. En las
mujeres, el melanoma generalmente se encuentra en los brazos y las
piernas. Por lo general, el melanoma se presenta en adultos pero, en
algunos casos, se encuentra en niños y adolescentes.

Lunares inusuales, exposición a la luz solar y antecedentes de salud pueden afectar el riesgo de contraer melanoma.

Cualquier
cosa que aumenta el riesgo de contraer una enfermedad se llama factor
de riesgo. Tener un factor de riesgo no significa que se va a padecer
de cáncer; no tener factores de riesgo no significa que no se va a
padecer de cáncer. Las personas que piensan que pueden estar en riesgo
deben consultar con su médico. Los factores de riesgo para el melanoma
incluyen los siguientes aspectos:

  • Lunares inusuales.
  • Exposición a luz solar natural.
  • Exposición a luz ultravioleta artificial (camas solares).
  • Antecedentes familiares o personales de melanoma.
  • Ser de raza blanca y mayor de 20 años de edad.
  • Cabello pelirrojo o rubio.
  • Piel blanca o clara y pecas.
  • Ojos azules.

Los signos posibles de melanoma incluyen un cambio en el aspecto de un lunar o área pigmentada.

Estos
y otros síntomas pueden ser producidos por el melanoma. Existe la
posibilidad de que otras enfermedades ocasionen los mismos síntomas.
Debe consultarse con un médico si se presenta cualquiera de los
siguientes problemas:

  • Un lunar que:
    • Cambia de tamaño, forma o color.
    • Tiene contornos o bordes irregulares.
    • Tiene más de un color.
    • Es asimétrico (si se divide el lunar por la mitad, las dos mitades son diferentes en tamaño o forma).
    • Produce picazón.
    • Supura,
      sangra o está ulcerado (se forma un hueco en la piel cuando la capa
      superior de las células se rompe y se puede ver el tejido subyacente).

  • Cambio en la piel pigmentada (de color).
  • Lunares satelitales (lunares nuevos que crecen cerca de un lunar existente).

Para detectar (encontrar) y diagnosticar el melanoma, se usan pruebas que examinan la piel.

Si
un lunar o un área pigmentada de la piel cambia o tiene apariencia
anormal, las siguientes pruebas y procedimientos pueden ayudar a
detectar y diagnosticar el melanoma:

  • Examen
    de la piel:
    un médico o enfermero examina la piel en busca de lunares,
    manchas de nacimiento u otras áreas pigmentadas que tienen aspecto
    anormal en cuanto a color, tamaño, forma o textura.
  • Biopsia: se realiza una
    escisión local para extirpar una sección tan grande como sea posible
    del lunar sospechoso o la lesión. Un patólogo luego observa el tejido
    bajo un microscopio para verificar si hay células cancerosas. Debido a
    que el melanoma resulta difícil de diagnosticar, los pacientes deben
    considerar que un segundo patólogo examine la muestra de biopsia.

Las
áreas sospechosas no deben afeitarse o cauterizarse (destruirse con un
instrumento caliente, una corriente eléctrica o una sustancia cáustica).

Ciertos factores afectan el pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento.

El pronóstico (posibilidad de recuperación) y las opciones de tratamiento dependen de los siguientes aspectos:

  • El
    estadio del melanoma (si el cáncer se encuentra en la capa externa de
    la piel solamente o se ha diseminado a los ganglios linfáticos o a
    otras partes del cuerpo).
  • Si hubo sangrado o ulceración en el lugar primario.
  • La ubicación y el tamaño del tumor.
  • La salud general del paciente.

A pesar de que muchas personas son tratadas con éxito, es posible que el melanoma recurra (reaparezca).

Fuente: Instituto Nacional del Cáncer
http://www.cancer.gov/espanol/

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